Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación

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Costa Rica: "Temos normas sólidas, mas a sociedade civil ainda não se empoderou desses avanços", afirma a coordenadora da ACE

Em entrevista à CLADE, Patricia Badilla, coordenadora da Agenda Cidadã pela Educação (ACE), de Costa Rica, destaca os desafios e conquistas para a realização do direito humano à educação em seu país, além de comentar as principais atividades realizadas pela coalizão durante 2012. Leia a entrevista a seguir (em espanhol)
 

patricia 3¿Cuáles son los mayores desafíos a la realización del derecho humano a la educación en Costa Rica?
La legislación costarricense reconoce el derecho a la educación, por lo que se puede afirmar que hay un marco de avance muy grande. El mayor desafío que tenemos es que hay una normativa sólida, pero la sociedad como tal no se ha empoderado lo suficiente de esos avances, y de cómo se defiende ese derecho, además existe la idea generalizada de que Costa Rica es un país que respeta profundamente el derecho a la educación. No obstante hay varias situaciones que atentan contra ese derecho. Así que sobre la base de ese imaginario, hay que empezar a trabajar sobre aspectos muy puntuales para que se visibilicen hechos educativos que ponen en riesgo el cumplimiento de ese derecho.

Señalamos entre esos aspectos sectores sociales que están fuera del sistema educativo. Un ejemplo son algunos pueblos indígenas que permanecen en condiciones de exclusión, entre otros factores por su localización ya que les resulta difícil el acceso a los centros educativos, por la distancia y una serie de impedimentos geográficos. Asimismo, en el país, todavía no hemos logrado revertir la expulsión estudiantil en secundaria.

Otro desafío consiste en cómo hacer que la ciudadanía logre identificar cuáles son los conceptos implicados en el derecho a la educación, de manera que podamos identificar fácilmente situaciones de vulnerabilidad que ponen en riesgo el ejercicio pleno de ese derecho a todas las personas.

¿Cuáles fueron las principales actividades de movilización social e incidencia política que desarrolló la ACE a lo largo de 2012?
El año de 2012 para la ACE fue decisivo, porque en él tuvo lugar la Asamblea de la coalición, que en ese momento estaba integrada por los gremios de educadores del país y organizaciones no gubernamentales, sectores de las universidades públicas, así como educadores (as) e investigadores(as) a título personal. Todo ese grupo de personas empezó a trabajar de manera más laxa como una red que se reunía y hacía alianzas para actividades concretas. Después, se tomó la decisión de constituir una personería jurídica, lo que nos hizo sentir más comprometidos y empoderados del espacio. Esa decisión colectiva fue muy importante y permitió que tuviéramos otra experiencia muy rica: la elaboración de un plan de trabajo conjunto.

Es así como se ha decidido, entre otras tareas participar en un proceso de revisión de la actual Ley Fundamental de Educación que ya venía desarrollándose en el país. En esa acción de incidencia vislumbramos una oportunidad para posicionar la ACE y explicitar aspectos de la ley que nos parezcan relevantes de modificar. La ley existe desde hace muchos años y requiere cambios. El proyecto de revisión permanece en discusión.

También se quiere contribuir en la revisión de la normativa sobre el Consejo Superior de Educación del país - la máxima autoridad decisoria en materia de política pública educativa- impulsado especialmente por algunos gremios de educadores del país. Ese consejo actualmente es muy cerrado y está constituido fundamentalmente por ex Ministros de Educación, una representación de las universidades públicas y un representante de los gremios magisteriales del país, bajo la presidencia del Ministro de Educación. Sucede que, en Costa Rica, no existe solamente un gremio, son varios, así como son varias las universidades públicas del país. También hay varios organismos no gubernamentales que trabajan en materia. Entonces, la ACE, se propone aprovechar la discusión sobre la naturaleza y la composición del Consejo para revisar la posibilidad de ampliación de la participación de la sociedad civil en ese espacio.

Por otra parte, a nivel de trabajo de base con las organizaciones que están afiliadas a la ACE, que en ese momento son cerca de 25 organizaciones, hemos hecho un trabajo de sensibilización sobre el significado del derecho humano a la educación y también hemos realizad talleres participativos en varias comunidades buscando el diálogo con actores sociales sobre el derecho a la educación, apuntando caminos por los cuales se puede identificar situaciones de riesgo.

El año pasado también tuvimos avances importantes en materia de comunicación, con la producción de boletines mensuales virtuales, y la actualización del sitio web de la ACE, mediante los cuales se tratan temas de debate sobre la realidad educativa y se difunden discusiones y noticias sobre la educación y casos de violación de ese derecho.

Queremos posicionar el espacio virtual como un sitio de debate y referencia de las voces ciudadanas sobre la educación. Eso es un avance significativo del año 2012, y nuestro sitio viene creciendo en número de accesos, con visitas de estudiantes de educación, gremios y otras personas interesados en el tema.

¿Qué logros alcanzó la sociedad civil hasta el momento respecto a la garantía del derecho humano a la educación en el país?
Un aspecto que ha sido muy relevante es que en el país se ha emitido una legislación relacionada con los derechos de la niñez y la adolescencia, así como una legislación destinada a la persona joven en Costa Rica. Ese es un marco que consagra los derechos de la niñez y la adolescencia a la educación. Eso ha permitido que se empezara a filtrar en las políticas educativas temas importantes y abarcadores como que el joven no solo requiere calidad y pertinencia en la educación, sino que también tiene derecho a permanecer estudiando.

Hace varios años que en Costa Rica se viene presentando el fenómeno de que los estudiantes abandonan la secundaria y a ese problema se le ha llamado “deserción estudiantil”. Con esa denominación, toda la culpabilidad se les atribuía a los jóvenes. Al tener una perspectiva más amplia, de abarcar el derecho humano a la educación, nos damos cuenta de que no necesariamente el joven toma de manera consciente la decisión de salirse del sistema educativo. El problema es que el sistema está operando de forma inadecuada, es decir la escuela no es atractiva y no presenta contenidos pertinentes, y hay otras necesidades no cubiertas que incentivan a dejar las aulas.

Sin embargo, se debe mencionar que sobre esa problemática hubo un paso importante en la generación de becas y en la creación de un fondo estudiantil con miras a la permanencia de los estudiantes en los colegios. Específicamente se creó un programa estatal que se llama Avancemos. No obstante, se han ha hecho denuncias con respecto a que ese fondo está siendo sub ejecutado. Es decir, las becas que existen no llegan a todos los estudiantes que las necesitan por una serie de trabas administrativas. De manera que hay que hacer incidencia política para que se corrijan esos problemas administrativos, Porque si el joven se sale de la escuela porque ese fondo no se está utilizando bien, aquí hay repercusiones importantes y tenemos que revisarlas con otros ojos, desde una perspectiva de derechos.

Otro tema fue que, a finales del año pasado, se aprobó en Costa Rica toda una política educativa en torno a nuevos programas para el abordaje de la afectividad, la diversidad sexual y la sexualidad. Esa es una política que reconoce los derechos de toda la población del país, respectando su diversidad. Es algo revolucionario y que sin duda ha provocado una reacción de sectores conservadores del país, como de algunas las iglesias evangélicas y de algunos sectores católicos.

Esos planes de estudio, que fueron aprobados por el Consejo Superior de Educación, son el resultado de una trayectoria de luchas de organizaciones, muchas de las cuales han tenido vinculación con la ACE y vienen desde hace mucho tiempo reivindicando los derechos humanos de todas y todos, entre los cuales se encuentra la educación, sin cualquier distinción o discriminación. Esos programas comenzarán a ejecutarse en este año y constituyen un desafío para la ACE para su difusión e implementación.

¿Hay desafíos para el ejercicio de incidencia por parte de la sociedad civil?
Es importante legitimar la existencia de un espacio de la sociedad civil para que se le reconozca como interlocutor y actor con derechos a proponer y discutir en torno a las políticas públicas en educación. En Costa Rica, ha existido históricamente un mito en torno a la educación. Si usted revisa las cifras educativas de Costa Rica, son de hecho números admirables, en comparación con el restante de los países de Centroamérica. En este momento, la Asamblea Legislativa del país aprobó la inversión del 8% del PIB a la educación, lo que se aplicará en 2014. Actualmente aplicamos el 6% del PIB a la educación. Lograr que eso se cumpla es otro desafío para la ciudadanía.

En un contexto en que se ha apostado en un sistema público de educación bastante consolidado, a veces es muy difícil paras a clase política admitir la existencia de una sociedad civil que exige más: más calidad, pertinencia, diagnóstico y solución, rendición de cuentas, ente otros. Además al tratarse de un país avanzado en materia educativa, se ha generado un alto nivel de intelectualidad, un sector muy importante pensante en las universidades públicas, por ejemplo, que reflexiona, y que discute el tema de la educación. Además, los gremios aquí son fuertes, y tienen mucha voz. Por ello, decimos que Costa Rica no puede seguir viviendo de una imagen idealizada de la educación en el pasado. Ese es un derecho conquistado que debe seguir avanzando, creciendo y madurando.

¿Cuáles estrategias y actividades del quehacer del foro te gustaría destacar y por qué?
Estamos en fase de potenciar de una manera más clara las capacidades que ya están instaladas en organizaciones que pertenecen a la ACE. Somos casi 25 miembros, que abarcan a universidades, los gremios magisteriales y organizaciones no gubernamentales que trabajan con educación, fundamentalmente en el área de educación no formal y organizaciones estudiantiles.

Tenemos un potencial inimaginable, que quizás no hemos logrado todavía aprovechar de manera más visible. Participamos ahora, por invitación de la CLADE, en una consulta sobre la educación para la paz y prevención de la violencia. Eso ilustra que tenemos entre nuestros miembros organizaciones con trayectorias interesantísimas en ese campo. La idea es participar de la consulta y a la vez potenciar, posicionar y visibilizar todo ese conocimiento que se ha generado en esas organizaciones, reuniendo en conjunto todos esos talentos, experiencias y conocimientos.

Forman parte de la coalición, organizaciones y equipos de investigación educativa que vienen apostando por una nueva concepción pedagógica, pensando profundamente en nuevos paradigmas educativos. Se han hecho análisis que denotan que en Costa Rica no hay un paradigma educativo con claridad. Lo que hay es una mezcla en política educativa de marcos conductuales, constructivistas e intentos de aplicar pedagogía crítica, entre otros. Todo lo cual da como resultado una amalgama cargada de incoherencias conceptuales. Creemos que hay un potencial académico, intelectual y organizativo en este momento instalado en la ACE para afrontar los desafíos mencionados a lo largo de esta entrevista que hay que potenciar. Ese es el reto que tenemos en este momento.