Ecuador: Maestras/os luchan por su derecho a jubilarse
Docentes ecuatorianas/os protestan y recogen firmas en Quito y en distintas provincias, para defender su derecho a la seguridad social y a un proceso de jubilación ágil
13 de julio de 2016
Por Samuel Grillo, de CLADE
Foto: Vanguardia
“En vida, que nos pagaran, ¡de muerto ya para qué!” decía el cántico coreado por las y los docentes movilizadas/os en protesta frente al palacio presidencial de Carondelet, en Quito, Ecuador, demandando que se agilicen sus procesos de jubilación, de acuerdo a la ley del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), que establece como requisitos completar 60 años de edad y 30 años de servicio. Además, piden que se les paguen incentivos de jubilación voluntaria ágiles y dignos. En la actualidad, las/os docentes dejan de percibir muchos de los pagos que les son debidos, entre ellos la retribución del bono de excelencia.
Las/los manifestantes recuerdan la historia de Cumandá Páez, docente que murió de cáncer en el estómago sin recibir los estímulos a la jubilación voluntaria. Aún con vida, la maestra grabó videos criticando los trámites legales que le exigieron seguir para demostrar que ya no podía trabajar.
El Ministerio de Educación (MinEduc) ha incentivado la jubilación voluntaria en los últimos años de servicio docente, para reducir la edad promedio de la planta del magisterio, utilizando el Fondo de Reserva de la Seguridad Social para cumplir los pagos, en lugar del IESS. Sin embargo, desde 2014, las admisiones para este tipo de jubilación están suspensas, sobrecargando el IESS.
El Ministro de Educación, Augusto Espinosa, justificó los retrasos en estos procesos explicando que antes la jubilación voluntaria se pagaba con Bonos del Estado, los cuales, con la caída de los precios del petróleo, tuvieron su emisión dificultada. Por esta razón, se habría suspendido la jubilación voluntaria hasta el 14 de abril de 2016, cuando se restableció el proceso a través de un compromiso de pago por parte del Ministerio de Finanzas.
El 7 de julio, el Presidente Nacional de la Coordinadora de Maestros Jubilados, Alfonzo Yanés, presentó una denuncia a la Organización de las Naciones Unidas y a la Organización Internacional de Trabajo sobre la vulneración del derecho a una jubilación digna de algunas/os docentes en Ecuador. Según la Coordinadora, alrededor de 8 mil maestras/os se encuentran en espera de su jubilación aunque cumplan con los requisitos del IESS.
En su denuncia, la Coordinadora también pide la dimisión de Espinosa debido a que el Ministerio de Educación no le ha dado seguimiento a los procesos de jubilación.
De acuerdo con las/los manifestantes, actualmente se abren las inscripciones para jubilaciones en la página del MinEduc, pero no hay un compromiso de cuándo se va a concretar el pago. Hay maestros/as que ya fueron desvinculados/as del magisterio, pero aún no pueden acceder a su pensión jubilar debido a la deuda que el Ministerio de Educación hoy tiene con el IESS.
Mientras se impulsan las protestas en el país por una jubilación digna, se recogen firmas en una petición para respaldar el proyecto de reforma a las leyes de Seguridad Social y del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess).
La petición tiene hasta el momento 17.788 firmas validadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Se necesitan 29.033, que equivalen al 0,25% de las votaciones del último proceso electoral para que este pedido sea recibido en el parlamento nacional. Las 11.325 rúbricas restantes deberán ser recogidas hasta el próximo 12 de septiembre.
Las reformas demandadas buscan principalmente restituir la obligación del Estado de aportar como mínimo el 40% de las pensiones jubilares y conformar un consejo directivo de seguridad social que esté compuesto por los/as propios/as afiliados/as.
Según el coordinador del Contrato Social por la Educación en Ecuador, Milton Luna, la inconformidad de las/os docentes con las actuales políticas educativas a nivel nacional es muy grande, y no solo dice respecto al tema de las jubilaciones, sino también al de las evaluaciones docentes, a las bajas inversiones en la formación del magisterio y al hacinamiento de salas de aula, entre otros problemas del sistema educativo. Añade, sin embargo, que las/os docentes que hoy se encuentran en ejercicio salen menos a protestar en las calles porque tienen miedo de sufrir represalias, como despidos y suspensión de salarios.
“A pesar de la mala formación y capacitación promovida por el MinEduc, un 94% de los maestros, superando la agobiante tarea diaria de dictar 30 horas de clases a más de 100, 200, o 300 estudiantes, en aulas abarrotadas, llevando a sus casas trabajos y exámenes para calificar; llenando aburridos formularios con planificaciones y miles de datos de sus evaluaciones, ha sacado tiempo para autoformarse, para aprobar la evaluación del Ineval (Instituto Nacional de Evaluación Educativa), cuyo diseño y contenidos, algún momento serán evaluados.
Enseñar en condiciones precarias, menos democracia, disciplinamiento, miedo a perder el trabajo, presión del novísimo sindicato oficial para sumarse a las concentraciones gubernamentales, mayor estrés y depresión, conducen a la docencia a constituirse en una actividad repetitiva, sin capacidad de crítica y creatividad. Todo ello deteriora la calidad de la educación y desprestigia a la profesión docente”, afirma Luna en artículo publicado en El Comercio.